La ONG AEA busca voluntarios en UNEATLANTICO para su proyecto en República Dominicana

18 May 2018
La ONG AEA busca voluntarios en UNEATLANTICO para su proyecto en República Dominicana
Marta Ríos, Diana de la Cruz y Marta Andreu durante su visita a UNEATLANTICO.

La presidenta y vicepresidenta de la Asociación de Empleados de Aeronáutica (AEA Solidaria), Marta Andreu y Marta Ríos, respectivamente, han presentado esta mañana su proyecto a los alumnos de la Universidad Europea del Atlántico en el campus Santander. El objetivo de esta actividad es dar a conocer el trabajo que desempeñan en esta ONG que nació de la mano de algunos miembros de la tripulación de Air Europa después del terremoto que devastó Haití en 2010.

En un viaje a Santo Domingo, algunos miembros de esta compañía pensaron que lo mejor que podían hacer en vez de descansar en el hotel después de su jornada laboral, era ir a prestar toda la ayuda que estuviera en su mano a la población que sufría las consecuencias del terremoto. Aquella experiencia impulsó las ganas, la energía y la convicción de Marta Andreu para llevar a cabo el proyecto de crear la ONG AEA Solidaria.

Desde entonces, las personas que se han ido sumando a esta iniciativa luchan por proporcionar una infancia digna a niños de diferentes partes del mundo, especialmente en Boca Chica (República Dominicana) y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde tienen sus principales proyectos solidarios.

Según explicaba Marta Andreu esta mañana en una entrevista concedida al gabinete de Comunicación de UNEATLANTICO minutos antes de intervenir en la conferencia, “trabajamos con niños que viven en condiciones precarias y que no disponen de posibilidades ni recursos para estudiar, vestirse, medicarse o, incluso, alimentarse”.

En sus palabras, «hay muchísimo trabajo por hacer» y les gustaría que alumnos o profesores de la Universidad Europea del Atlántico se sumaran como voluntarios en el proyecto de Boca Chica. El requisito para participar en esta iniciativa que, sin duda, dijo, «les cambiará la vida», es estar cursando segundo de grado o tener como mínimo 20 años de edad y presentar un proyecto educativo que se pueda ejecutar con niños y jóvenes de entre 8 y 20 años.

«El proyecto educativo puede ser algo sencillo, hay muchos voluntarios que, por ejemplo, refuerzan con ellos el inglés», dijo la presidenta, quien recordó que la isla vive fundamentalmente del turismo y que manejar este idioma es una herramienta para poder labrarse un futuro mejor.