La responsable de Ordenación Académica de la Universidad Europea del Atlántico, Dra.Sllvia Aparicio Obregón, nos cuenta algunas particularidades del Año Nuevo chino, que justo ha entrado el 8 de febrero. Aparicio, buena conocedora de la economía del país, repasa la situación actual y analiza la crisis bursátil.
Para empezar, el período que ahora comienza, corresponde con el Año del Mono y se calcula de acuerdo con unas cuantas variantes. “Ellos toman como referencia el solsticio de invierno, que es el 21 de diciembre y, por otro lado, el equinoccio de primavera, el 21 de marzo. Entonces se busca un punto medio entre las dos fechas y la luna nueva más próxima. Ese es el comienzo del año nuevo chino”.
Según el horóscopo chino, entramos ahora en el Año del Mono de Fuego. “Se trata de un año de saltos, de incertidumbre, de cambios, por lo que es muy importante adaptarse adecuadamente. Quien se adapte, vencerá”. Mientras los occidentales contamos los años en ciclos de cien, que forman un siglo, los orientales utilizan ciclos de sesenta años, que luego dividen en doce, representados a su vez por doce animales, que indican las características que tendrá ese año”.
El Año del Mono trae incertidumbre y así se ha hecho patente ya en China. “Sobre todo en dos sentidos: el económico y el financiero. Desde el punto de vista económico, hay que retrotraerse a 1978 cuando Deng Xiaoping introdujo las cuatro modernizaciones en China: agricultura, industria, defensa y ciencia y tecnología. Con ello consiguió un crecimiento acumulativo en 32 años de un 9,5%. Este crecimiento tuvo su pico en 2007, alcanzando un 14%. El crecimiento ha disminuido en la actualidad hasta un 7%”.
En estos momentos la demanda procedente del primer mundo ha disminuido, lo cual preocupa seriamente en China. “Esa incertidumbre se ha trasladado a los mercados financieros. Sin embargo, en mi opinión, la crisis bursátil del gigante asiático tiene más que ver con el traslado de capitales a los Estados Unidos”.