Sofía Gómez Pino integró el grupo de estudiantes de la Universidad Europea del Atlántico que llevó a cabo labores informativas en la recogida de alimentos de cara a la Campaña Navideña, con el fin de ayudar a los más desfavorecidos.
Hace pocas fechas se ha llevado a cabo la campaña de recogida de alimentos en la que has participado. ¿Qué nos puedes contar de la misma?
El evento consistió en que los voluntarios de UNEATLANTICO fuimos a diferentes supermercados de diferentes localidades e informamos a los consumidores sobre la Campaña Navideña del Banco de alimentos y de cómo participar. Para donar el consumidor simplemente comunicaba a la cajera que le estuviera atendiendo de la cantidad de dinero con la que quería contribuir y se le cobraba después de realizar la compra. A diferencia de otros años, la gente no tiene que comprar la comida que ellos consideran y se le deja esa decisión a la propia organización, la que se encarga en este caso de comprar los alimentos que más se necesiten.
Trece voluntarios estudiantes de nuestra Universidad participaron en la actividad durante turnos de 3 horas, durante la jornada del viernes 19 y el sábado 20.
La pandemia ha agravado los problemas económicos de muchas familias y entre las peores consecuencias está el acceso a los alimentos. ¿En ese sentido los bancos de alimentos llevan a cabo una labor crucial?
Por supuesto, como su lema dice, “Ahora más que nunca es tiempo de donar”. Todos conocemos los terribles efectos que el virus ha causado en las economías domésticas. A todos nos ha tocado sufrir la pandemia de una forma u otra, sin embargo, los que tenemos la suerte de tener cada día un plato de comida caliente en casa muchas veces no valoramos el privilegio que eso significa.
El Banco de Alimentos es el mediador que hace posible que esa gente que no corre esa misma suerte pueda sobrevivir gracias a las aportaciones de la gente que colabora y dona.
Dentro del ámbito universitario y educativo, formar parte de acciones solidarias, ¿se puede entender como un beneficio a la sociedad con repercusión en el aprendizaje personal?
Sí, el claro fin de participar en actividades solidarias es ayudar a personas en situaciones desfavorecidas. Con estos actos que buscan mejorar la vida de la gente, muchas veces nos ayudan a nosotros mismos también enseñándonos a valorar todo lo que tenemos lo cual nos hace ser más agradecidos.
En líneas generales, ¿qué valoración haces de la campaña de voluntariado y del trabajo en equipo realizado?
Creo que nuestra colaboración ha ayudado en la campaña aunque en mi opinión, habría colaborado más gente si en vez de dar dinero, se donarán alimentos. Varias personas nos decían que se fiaban más cuando donaban ellos directamente los alimentos, asegurándose así de que su dinero se gastara en el fin para el que lo daban.
Sin embargo, el dinero en este caso es más efectivo, ya que el Banco de alimentos se encarga de abastecer a las familias con la comida que necesitan, ya que otros años se encontraban con kilos y kilos de los mismos productos y escaseaban muchos otros también necesarios en los que los consumidores no caían.
El comentario de las cajeras era que habían notado claramente que la presencia de los voluntarios había hecho que mucha más gente donara, lo cual es muy satisfactorio.
Hay que agradecer la coordinación entre UNEATLANTICO y el Banco de Alimentos, la cual hizo posible el evento además de la participación de los estudiantes que se organizaron para hacer llegar la información sobre esta acción solidaria.