La Universidad Europea del Atlántico concede un importante protagonismo a la formación práctica de sus alumnos en todos los grados. Como explica el director de la Escuela Politécnica Superior, Manuel Masías, “la institución académica busca la combinación óptima entre el formalismo y rigor académico de los planes de estudio y el enfoque práctico de las actividades que realizan los estudiantes”.
En el caso del grado en Ingeniería Informática, esta metodología basada en la experiencia se canaliza, en gran medida, a través de las becas de colaboración, una iniciativa que permite que los alumnos participen en proyectos reales, siempre tutorizados por expertos del área.
Según explica Lázaro Hernández, profesor y coordinador de estos jóvenes, «la beca de colaboración está estructurada de tal forma que garantiza que los alumnos puedan hacer compatibles sus clases en el grado con las horas de obligado cumplimiento de prácticas». Así, por ejemplo, los alumnos matriculados en el turno de mañana, dedican la tarde a su trabajo de colaboración, y al revés.
Abraham Fernández es alumno de primer curso del grado en Ingeniería Informática y para él la beca «supuso una gran oportunidad». «Estoy aprendiendo mucho, no solo en la parte más técnica, sino también a trabajar en equipo, presentar proyectos…se lo recomendaría a todo el mundo», añade.
Las tareas que abordan los becarios de colaboración se estructuran en cuatro grandes áreas: la parte de desarrollo de software, la de testeo para pruebas funcionales y de integración, otra de programación que se encarga del diseño y análisis de aplicaciones propias de la Universidad y una última de gestión de proyectos con empresas externas.
Para Lázaro Hernández, las becas de colaboración de la Universidad Europea del Atlántico se han convertido en un «laboratorio de ideas» pensado para el desarrollo de jóvenes talentos, «en general hablamos de un perfil de alumno con muchas inquietudes que además presenta habilidades técnicas avanzadas”.
Las becas de colaboración permiten a los estudiantes disfrutar de una ayuda económica que puede suponer una exención de hasta el 100% de las tasas de matrícula y los conecta con la realidad que se encontrarán una vez que terminen su grado y se incorporen al mundo laboral.
En palabras del director de la Escuela Politécnica Superior y también director académico del grado en Ingeniería Informática, Manuel Masías, «uno de los objetivos de la beca es reducir la brecha que sabemos que existe entre el egresado universitario y su incorporación en el mundo empresarial».