El Balonmano Torrelavega está haciendo un doctorado en finales apretados. Si hace dos jornadas, el Barça se llevó un punto en la última jugada, esta vez los de Diego Soto supieron amarrar el resultado para que Handbol Bordils se fuera de vacío.
La celebración del Día de la Familia dejó una de las mejores entradas en el Vicente Trueba. Con la grada repleta de aficionados, los cántabros comenzaron el choque con un solo objetivo: olvidarse del traspié de Palma del Río a base de goles y buen juego. Y el choque no tardó ni dos minutos en animarse.
Pepe Oliver marcó en la primera acción, Luis de Vega sacó una pelota sobre la línea y Bordils vio como excluían a Marc Prat.Con superioridad sobre la pista, los de casa sacaron a relucir la intensidad de su defensa. Una zaga repleta de movilidad que mantenía a raya a la ofensiva verdiblanca.
Sin embargo, los problemas aparecieron al otro lado de la cancha. Los naranjas, demasiado estáticos, se veían impotentes ante una línea bien pertrechada. Además, el portero Jordi González sacaba manos por cualquier lado. Tan solo Maxi Cancio era capaz de generar situaciones claras para lanzar.Ante el atasco ofensivo naranja, Handbol Bordils se hizo con el mando del partido.
Los de Pau Campos eran relámpagos al contragolpe y Luis de Vega poco podía hacer ante situaciones tan francas. La situación terminó de torcerse cuando Sergio Rodríguez fue expulsado por roja directa sin haber alcanzado el primer cuarto de hora.
El lateral propinó un codazo a un adversario y los colegiados no dudaron en mandarlo a la ducha. El BM Torrelavega se encomendó a Sergio Crespo y a Marcos Dorado para capear el chaparrón. Un mini parcial de 2 – 0, con tanto del lateral y del pivote, abortaron el primer intento de despegue visitante. A pesar de que llegaron a igualar, los problemas en el balance defensivo causando problemas a los cántabros.
Cuando los naranjas lograron ajustar esa situación, el choque entró en una fase de igualdad total. En parte porque Jordi González seguía en plan estelar. Una buena combinación entre Marcos Dorado y Maxi Cancio, junto a un penalti transformado por José Carlos Hernández, rompió las tablas para dejar a los locales dos por delante en el intermedio.Consolidar esa mini ventaja era clave para las aspiraciones naranjas.
Sin embargo, fue Oriol Márquez el primero en acertar con la portería contraria. Y a pesar de que los cántabros reaccionaron bien, el choque sufrió un giro de guión en el minuto 38. Dos acciones meteóricas de Bordils se concatenaron con la exclusión de Sergio Crespo. Al final, cuando Diego Soto pidió tiempo muerto, el parcial era de 0 – 4. Los torrelaveguenses necesitaban reordenar sus filas y recuperar la fórmula que les llevó a liderar el choque antes del descanso.
Es decir, defender como perros y acertar en las situaciones claras de lanzamiento. Sobre todo necesitaban derribar al gigante Jordi González. El portero visitante se convirtió en un muro infranqueable contra el que se estrellaron buena parte de las opciones de victoria locales. Cuando peor pintaban las cosas, Pablo San Emeterio entró desde el banquillo para detener un penalti y su equipo resucitó.
El portero evitó que el parcial siguiera creciendo y brindó a Sergio Crespo la posibilidad de contra atacar con acierto. El lateral no dudó en echarse el equipo a la espalda para aguantar el empuje verdiblanco. Los naranjas incrementaron la intensidad de su defensa con un Marcos Dorado especialmente activo y un Luis de Vega magnífico durante todo el choque.
Sin embargo, marraron dos ocasiones claras para igualar la contienda. A la tercera, una genialidad de Sergio Crespo, que lanzó con la izquierda, establecía las tablas en el marcador y proponía un nuevo escenario. Un partido nuevo de tan solo 13 minutos. El BM Torrelavega, con su defensa carburando a pleno rendimiento, había secado el caudal anotador verdiblanco. Más aún, cuando los de Pau Campos perdieron a Mario Martínez por un claro agarrón sobre Ramiro Merino.
José Carlos Hernández, muy seguro desde los siete metros, consumaba la remontada. El parcial era de 3 – 0. Con todo a su favor y su portero convertido en un muro, los de casa no supieron rentabilizar la superioridad. Ni José Carlos Hernández, ni Carlos Pérez pudieron con González. En la acción siguiente, Pep Reixach se encargó de empatar desde el extremo. Poco después, la inferioridad se vistió de naranja y pasó exactamente lo mismo.
Fueron los que tenían uno menos los que sacaron mejor rendimiento del momento. Aún con todo, con 20 – 19 en el marcador y una parada antológica de Luis de Vega mediante, el equipo de casa desperdició dos balones para llegar al final con un poco más oxígeno. El tiempo se esfumaba y cuando más caliente estaba el choque emergió la figura de Genio González.
El veterano central fue capaz de robar una pelota trascendental en defensa y de batir a Jordi González en la misma acción. El cancerbero visitante, el mejor de su equipo de largo, erró en un lanzamiento que parecía sencillo. Quedaban dos minutos y el BM Torrelavega vencía por dos. Sin embargo, Handbol Bordils se las ingenió para marcar dos tantos, uno Farrerons y otro Moreno, que abocaban el choque a final agónico.
Restaban 47 segundos y los naranjas tenían la pelota para ganar el partido. Con el Trueba en pie, la pizarra de Diego Soto dibujó un aclarado para que Sergio Crespo destrozase la cadera del defensor, marcase un golazo y provocase la exclusión de Hiux. Los 25 segundos finales tuvieron de todo. Incluida una exclusión de Carlos Pérez.
Con el cronómetro a cero y una muralla naranja delante, Sergi Mach tuvo una opción para igualar pero Luis de Vega atrapó la pelota. De este modo, el BM Torrelavega sacó adelante un partido complicadísimo y se mantiene en puestos de fase de ascenso a ASOBAL.
Qué manera de sufrir | El Balonmano Torrelavega sacó adelante un partido igualadísimo ante el Handbol Bordils