Con motivo del mes de la mujer, el Centro Nacional de Fotografía José Manuel Rotella, acoge la exposición «Activas. Not only women 5». Una selección de obras de nueve artistas con discursos, estilos y planteamientos diversos entre las que se encuentra la obra de la docente de la asignatura de «Diseño Gráfico», Carmen Gutiérrez Somavilla.
En primer lugar, ¿Cómo se llama tu obra?
En esta exposición se unen piezas de dos proyectos con títulos bastante descriptivos: «39011» y «Antes de que ya no esté». Poner título a las piezas es un poco complicado a veces, sobre todo si el proyecto se acerca a un proceso de investigación con una duración indeterminada, pues las piezas surgen, a veces, como simples ejercicios o experimentos. En muchas ocasiones las piezas no adquieren nombre hasta el final o, incluso, toman el nombre del proyecto global y se numeran (3901 I, 39011 II, etc) o hacen referencia a aspectos muy visibles, como titular un dibujo de paisaje como el propio sitio que representa.
¿Qué aspectos la caracterizan a tu proyecto artístico?
En estos proyectos se han combinado diferentes técnicas que van desde la pintura a la reproducción de piezas en escayola pero la técnica principal es el dibujo. A partir de un dibujo rápido, como un boceto o apunte, se puede desarrollar una obra gráfica en la que el aspecto más importante es el gesto de dibujar o se puede llevar hacia el desarrollo de piezas en pintura, en escultura, instalación o en soporte digital. Lo que más caracteriza al trabajo en cuanto a la temática es el interés por el espacio urbano, ya sea en construcciones particulares, mobiliario urbano, o el diseño de baldosas que cubren algunos barrios de Santander. Todo esto sirve para plantear una reflexión sobre los elementos que nos rodean en nuestro día a día, en nuestro propio paisaje urbano y preguntarnos sobre su valor o influencia a la hora de construir memoria, patrimonio cultural o identidad colectiva.
¿En qué te inspiras para la realización de las piezas?
En el propio espacio que me rodea. Las piezas que se han colocado en el Centro Nacional de Fotografía de Torrelavega están totalmente relacionados con zonas de Santander en las que he crecido o por las que paso habitualmente y que, en la actualidad, forman parte de mi día a día como telón de fondo o porque interactúo directamente con ellas.
¿Cómo compaginas la docencia en UNEATLANTICO con tu faceta como artista?
La producción artística es un factor que forma parte de mi vida junto con mi trabajo como diseñadora, con la docencia en la universidad o con otros aspectos del día a día. De alguna manera es una pata más de mi trabajo pero la diferencia es que se trata de un ejercicio que hago por mi cuenta, lo que me da mucha libertad a la hora de experimentar o explorar técnicas y temáticas. Está claro que, inevitablemente, puede influir en mi forma de entender la docencia y el diseño gráfico pero tengo que adaptarme a las necesidades de cada ámbito, pues no es lo mismo desarrollar un proyecto personal desde el Arte que trabajar en un proyecto de diseño para terceras personas o explicar unos conceptos y enseñar una materia a mis alumnas y alumnos. Cuando preparo las clases pienso en la forma en que yo misma he aprendido y cuáles han sido los factores de aprendizaje que me han ayudado a entender la producción visual.
En tus clases de Diseño Gráfico, ¿De qué manera los alumnos desarrollan su creatividad?
La asignatura de Diseño Gráfico está muy relacionada con el uso de programas que es importante conocer y aprender a manejar para poder aplicar después la técnica en la creación de nuevas propuestas. Ahora mismo estamos tomando contacto con el medio a partir de una serie de prácticas con las que conocer y aprender a manejar herramientas y funciones. También hemos visto referentes de la historia del diseño porque es importante contar con ejemplos en los que poder basarnos para crear nuevas piezas. A partir de estas bases técnicas y teóricas, poco a poco se irán abriendo las posibilidades y el alumnado empezará a desarrollar creaciones más personales.