La Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), en colaboración con la Asociación cultural Plaza Porticada, celebró una destacada jornada académica con la realización del curso experto «Globalización: Oportunidades y Desafíos», que tuvo lugar en el Salón de Actos de la universidad. El encuentro reunió a autoridades académicas, de los medios de comunicación y representantes del ámbito cultural y de relaciones internacionales, con el objetivo de analizar los múltiples factores que configuran la globalización en la actualidad.
El evento fue inaugurado por el rector de la universidad Rubén Calderón y presentado por la presidenta de la Asociación Cultural Plaza Porticada, Elena García Botín, quien tras un breve resumen de la trayectoria de la asociación dio la bienvenida a Manuel Lucena Giraldo, historiador e investigador del CSIC. El Dr. Lucena Giraldo ha sido profesor visitante en prestigiosas universidades como Stanford, Harvard, Tufts (Boston), Pontificia Universidad Javeriana (Colombia), IVIC (Venezuela), Universidad de los Andes (Chile y Colombia),Colegio de México y St. Antony’s College de la Universidad de Oxford.
Lucena ofreció una intervención multidisciplinar, humanista, cultural y profunda sobre los desafíos que enfrenta el fenómeno de la globalización en su fase actual, marcada por tensiones geopolíticas, cambios en las dinámicas sociales, tecnológicas y económicas, así como por una creciente polarización ideológica.
Durante la sesión, la Dra. Silvia Aparicio Obregón, vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado de UNEATLANTICO, moderó la intervención del Dr. Lucena a través de una serie de preguntas cuidadosamente estructuradas, que permitieron abordar la globalización desde múltiples enfoques, con especial atención a sus implicaciones sociales, políticas y culturales.
Entre los temas tratados, la Dra. Aparicio planteó cuestiones sobre si estamos asistiendo a una nueva etapa de «desglobalización» fragmentada, como consecuencia de las crecientes tensiones entre bloques geopolíticos (EE.UU.-China, Rusia-Occidente), o si todavía es posible hablar de una globalización homogénea. También se debatió sobre la compleja relación entre la globalización y las identidades locales, especialmente ante el auge de los nacionalismos en regiones como Cataluña o el País Vasco.
Otro eje clave de la conversación giró en torno al impacto de las nuevas redes digitales y sociales, que están transformando la manera en la que se organizan movimientos políticos y sociales, reemplazando —en parte— a estructuras tradicionales como la diplomacia o los medios de comunicación convencionales. A esto se sumó la reflexión sobre las ciudades fronterizas como espacios de tránsito e integración, donde la migración puede convertirse en una oportunidad para la cohesión social, en lugar de ser fuente de exclusión.
La Dra. Aparicio también puso sobre la mesa la cuestión del mestizaje cultural y su impacto en el mundo empresarial, preguntando si las organizaciones más diversas —con equipos integrados por personas de distintas nacionalidades y culturas— tienen una mayor capacidad de innovación y adaptación. Este punto dio pie a una discusión enriquecedora sobre la hibridación cultural como motor de creatividad.
No faltó en la conversación el análisis del papel de las emociones colectivas, especialmente en un contexto de polarización política creciente y discursos de odio difundidos en entornos digitales. ¿Cómo fomentar una alfabetización emocional que permita a las sociedades avanzar hacia modelos más inclusivos y cohesionados? —fue una de las preguntas que guió este apartado del diálogo.
Finalmente, la moderadora abordó un tema de gran actualidad: la necesidad de reconciliar el consumo global con la sostenibilidad ambiental. En un mundo marcado por el cambio climático y los límites ecológicos del planeta, se discutió cómo construir una nueva ética del consumo que sea compatible con la lógica de mercado y, al mismo tiempo, responsable con las futuras generaciones. Esta reflexión incluyó el impacto ambiental de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, cuya huella ecológica plantea nuevos dilemas éticos.
El curso concluyó con una invitación a repensar el futuro desde una narrativa optimista. Frente a las visiones distópicas que dominan la actualidad —guerras tecnológicas, crisis climáticas, transformaciones radicales del ser humano—, el Dr. Lucena reivindicó el papel de las humanidades y del pensamiento crítico como herramientas para recuperar la utopía, imaginar otros mundos posibles y construir un porvenir más justo y sostenible.
La Universidad Europea del Atlántico reafirma así su compromiso con el debate intelectual, la promoción del conocimiento y la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con su entorno. El éxito de esta jornada se suma a la trayectoria de colaboración entre UNEATLANTICO y la Asociación Plaza Porticada, y anticipa nuevas iniciativas conjuntas para seguir impulsando la reflexión académica y cultural desde Cantabria hacia el mundo.