La concejala de Cultura, Deportes y Transparencia del Ayuntamiento de Santander, María Luisa Sanjuán, inauguró ayer en el campus de la Universidad Europea del Atlántico la doble exposición de los artistas catalanes Om Barbará, Arcangel Soul y Anna Tamayo.
Al acto asistieron también el rector, Rubén Calderón, los artistas Om Barbará y Arcangel Soul -nombre artístico de Josep Riera- y el comisario de las dos muestras y director de la Obra Cultural de la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER), Federico Fernández.
La concejala agradeció durante su intervención el trabajo de estos artistas jóvenes y reivindicó la capacidad de escuchar, algo que es siempre tan importante. “El arte es un mensaje que necesita ser escuchado y que termina con la mirada de los que la contemplan”, dijo.
Change the world. Make war with art es el nombre que le han dado a la primera de las exposiciones sus autores, Om Barbará y Arcangel Soul. Estos dos artistas –unidos por una amistad de familia, pero también profesional- se han juntado para dar forma a una exposición con la que buscan experimentar con las artes gráficas y despertar en el público un pensamiento crítico.
Para ello se han puesto un nombre. Son The Silvergolden Brothers y presentan una colección de 16 grabados en plancha de cobre en los que recogen frases de películas legendarias que invitan a cambiar el mundo. Así, la exposición recuerda fragmentos de cintas como El gran dictador, La chaqueta mecánica, Terminator, Blade Runner o El club de los poetas muertos.
Según explicó Riera, esta colección, en la que han invertido un año y medio de trabajo, es una crítica al mundo sin valores ni educación donde todo es muy fácil de manipular con un poder fáctico que crea un estado constante de miedo y ansias de consumo sobre la población general.
En cuanto a la técnica utilizada, Barbará explicó que con esta colección han querido poner en valor las planchas con las que se hacen los grabados como elemento artístico en sí mismo. A lo largo de la historia, dijo, las planchas –es decir, la madre- solo han servido para hacer las impresiones –es decir, los hijos- que es lo que tiene un valor comercial.
“Para nosotros esto es un sacrilegio porque lo bonito es la plancha, que es lo original”, subrayó.
La segunda de las exposiciones que compartirá sala en UNEATLANTICO hasta enero es La memoria de las flores extraviadas de la pintora rubinense Anna Tamayo. La muestra está compuesta por 40 cuadros creados con técnica mixta –óleo, acrílico, encáustica, cera y barniz- en los que la autora profundiza en la búsqueda de la belleza efímera.
Fernández se refiere a esta colección como una propuesta “preciosista y delicada” en la que la autora reinterpreta la estética clásica de los elementos florales y las naturalezas muertas.
“Creo que la artista está ganando una madurez que le hace alejarse un poco del estilo naif que le caracterizaba en obras y colecciones anteriores», añadió Fernández, para quien cada cuadro de Tamayo es «una pequeña joya».
Las dos exposiciones compartirán espacio físico en la sala Federico Fernández del campus hasta enero y podrá visitarse en horario de 11.00 a 14.00 de lunes a viernes. La entrada es gratuita y abierta al público.