La Academia Olímpica Española ha iniciado su quincuagésimo primera sesión oficial, que se lleva a cabo en el campus de la Universidad Europea del Atlántico con la inauguración de la exposición fotográfica y biográfica en torno a Pierre de Coubertin y el izado de la bandera en las pistas deportivas.
El primer acto tuvo lugar en la tarde del martes y fue abierto por el rector, Rubén Calderón, quien destacó la capacidad del movimiento olímpico “para movilizar a la humanidad. Los Juegos Olímpicos son un acontecimiento humano que pone en contacto a países, religiones y personas muy distintas y todo ello se debe a Coubertin”.
A continuación tomó la palabra el presidente de la Academia Olímpica Española, Conrado Durántez, quien señaló a Coubertin como “el más famoso desconocido de la historia. Se pueden decir muchas cosas sobre su figura. Por ejemplo que era un educador, que tomó el deporte como correa transmisora de valores. Pero también fue un humanista y filósofo que entregó su persona y su fortuna para la recuperación de los Juegos”. Durántez también relató que Coubertin “fue el creador de los aros olímpicos, un signo gráfico más conocido en el mundo que la cruz, la media luna o el logo de Coca-Cola”.
La muestra puede visitarse en la Sala de Exposiciones de la Universidad Europea del Atlántico y consta de varios paneles que describen las diferentes facetas de Coubertin, ilustradas con fotografías.
Y en la tarde del miércoles tuvo lugar el verdadero acto inaugural de la sesión oficial, que consistió en el izado de la bandera olímpica en las pistas deportivas del campus. El izado lo llevó a cabo la deportista y directora del Centro de Estudios Olímpicos, Ruth Beitia, a los acordes del himno olímpico, interpretado por el Coro Lírico de Cantabria.
Posteriormente, el salón de actos acogió el inicio de la LI sesión oficial de la Academia Olímpica Española y las dos primeras conferencias del programa: “El fuego olímpico y México 68”, pronunciada por Conrado Durántez; y “De las calles a campeones”, impartida por Cristina Pardo, Premio Mundial Joven de la Paz 2003.