La periodista y escritora Emma Lira ha ofrecido una interesante charla en el campus de la Universidad Europea del Atlántico, donde ha desmenuzado el concepto de postverdad y ha situado su nacimiento en el conflicto bélico de Siria.
Lira comenzó su intervención haciendo referencia a los orígenes de esta guerra. “Con la llegada al poder de Bashir el Assad, hijo del anterior presidente, los sirios creyeron que muchas cosas podrían cambiar al fin en el país. La formación del nuevo presidente y el origen londinense de su mujer despertaron cierta esperanza en el pueblo, pero tras diez años en el poder e inmune a los movimientos de la llamada primavera árabe, los sirios se dieron cuenta de que nada cambiaría”.
Tras el estallido del conflicto, provocado por una pintada realizada por un grupo de adolescentes, y la represión posterior, la información que llegaba a occidente tenía una doble procedencia. “El gobierno invitaba a periodistas occidentales a comprobar sobre el terreno lo que ocurría, mientras que los rebeldes invitaban a otros periodistas, a los que hacía entrar en el país de forma clandestina. Por tanto, nos llegaban dos versiones sobre el conflicto muy diferentes entre sí”.
Pero en el año 2014 todo cambió. “Entra en escena el ISIS y la prensa pasa a ser un objetivo. Numerosos periodistas extranjeros son secuestrados o asesinados, así que la prensa se va retirando del escenario bélico. Como ya no quedan periodistas occidentales en la zona, la información llega a través de los activistas”.
Y es en ese momento cuando nace el concepto de postverdad. “Se trata de una recreación emocional de la realidad en la que se pierden de vista los hechos porque se implica la emoción y no la razón”. El caso de Aylan, el niño cuyo cadáver apareció en una playa turca acabó saturando la emoción del público “y la guerra de Siria pasa a ser la guerra del relato, de lo que te cuentan”.
Para Emma Lira, el lenguaje que utilizan los medios cobra ahora especial importancia. “Términos como mártir, islamista, muyahidín, terrorista, etc. acaban condicionando al público. El lenguaje crea opinión; no es lo mismo hablar de ofensiva aérea que de bombardeo”.
La conferenciante terminó su intervención concluyendo que “la postverdad implica una falsa sensación de información. Además, la saturación contradictoria de los hechos termina haciendo que el público pierda interés por las víctimas”.
Emma Lira, que viajó a Siria en tiempo anterior al conflicto bélico, está a punto de publicar un nuevo libro sobre esta zona, que lleva por título “Espejismo. Viaje al Oriente desaparecido”.