El periodista y coordinador de UNATE, Paco Gómez Nadal, imparte una charla en la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO) sobre el edadismo a los alumnos de los grados en comunicación, llamando a un periodismo más responsable.
Gómez ofreció una charla en la que presentó los resultados de una investigación realizada por la entidad sobre la representación de las personas mayores en los medios de comunicación de Cantabria. Recordó que “el lenguaje crea realidad” y que, por tanto, los mensajes difundidos por los medios influyen de manera directa en la forma en que las personas se perciben a sí mismas.
La investigación, desarrollada por UNATE, analizó 87 piezas periodísticas, reunió once grupos focales con 53 participantes y realizó 437 encuestas a personas mayores de 19 municipios. La pregunta central del estudio buscaba determinar qué impacto tienen los imaginarios mediáticos edadistas en la autopercepción de la población mayor. La hipótesis de partida sostenía que los medios de comunicación en Cantabria perpetúan una visión negativa del envejecimiento, lo que provoca sentimientos de fragilidad, dependencia y soledad entre quienes se ven reflejados en esos contenidos.
Entre las conclusiones del análisis, Gómez destacó la ausencia de diversidad en la representación de las personas mayores, que continúan apareciendo como un colectivo homogéneo. Señaló que el lenguaje periodístico tiende a definirlas por la edad o por un rol social estereotipado, lo que invisibiliza identidades, trayectorias y capacidades muy diferentes. Esta mirada uniforme afecta especialmente a las mujeres mayores, cuya presencia mediática queda relegada a roles tradicionales, mientras que los hombres suelen ser presentados como figuras profesionales o expertos.
El periodista insistió en que tanto jóvenes como mayores son víctimas del edadismo y recordó la enorme responsabilidad que tienen quienes trabajan en comunicación: “Machacamos o empoderamos”, afirmó, subrayando que el poder de influir en la percepción social obliga a ejercer el oficio con ética y espíritu crítico. Para él, el buen periodista es quien busca información por sí mismo, quien se mantiene atento y bien documentado todos los días, porque contar el mundo exige ser más inteligente que la realidad que se narra.
Durante su intervención, también desmontó varios estereotipos habituales asociados a la vejez, como la idea de que las personas mayores son una carga, que están solas, que se vuelven como niñas o que la jubilación es siempre traumática. Señaló que “la vejez no borra tu historial” y recordó que la biografía de cada persona es única, por lo que no pueden aplicarse categorías universales a una población diversa.
Como cierre, Gómez compartió una serie de recomendaciones para avanzar hacia un periodismo libre de edadismo, insistiendo en la necesidad de revisar el lenguaje, diversificar las fuentes, incluir a personas mayores en todo tipo de secciones y mirar con espíritu crítico las imágenes publicadas. También animó a proponer temas que reflejen la convivencia intergeneracional y a desestacionalizar los contenidos relacionados con la vejez para evitar que solo aparezcan en fechas señaladas. Reivindicó, además, la importancia de la empatía y de hacer siempre una pregunta más, porque “impactamos y generamos efectos”, y aunque estos suelen ser negativos cuando se reproducen estereotipos, también hay margen para producir impactos positivos si se comunica con responsabilidad.