Francisco Adolfo Marcos Marín, catedrático emérito de la Universidad de Texas en San Antonio, professore ordinario per chiara fama de la Università di Roma, y padrino en las recientes graduaciones correspondientes a las carreras de Educación Primaria, Lenguas Aplicadas y Traducción e Interpretación de la Universidad Europea del Atlántico, nos habla sobre el proyecto de investigación que lidera en torno al idioma español.
Dicho proyecto es desarrollado por el Research Institute of United States Spanish (RIUSS), que preside Leticia Molinero, y se dedica a estudiar el uso del español en los documentos oficiales de la administración de Estados Unidos. De igual forma, cabe destacar que en él participan la doctora Araceli Alonso Campo y otros docentes de UNEATLANTICO, así como la alumna Amanda Lozano Romero y la reciente egresada en Lenguas Aplicadas por la Universidad Europea del Atlántico, Valeria Valdez Franco, cuyo Trabajo de Fin de Grado se basó en dicha investigación.
Respecto al proyecto, el profesor y lingüista español destaca en primer lugar la importancia de comprender el contexto de Estados Unidos, puesto que, como resultado de la necesidad de integrar a todas las personas que provienen de distintos países del mundo hispánico, el español del país se encuentra en constante construcción. Debido a que no cuentan con una lengua oficial, la Constitución apoya y enfatiza la necesidad de intérpretes y traductores en todos los actos administrativos y federales. De esta forma, se abren las puertas a todos los profesionales del campo lingüístico, pero también da lugar a teorías y planteamientos erróneos como el fenómeno del spanglish.
“RIUSS es consciente de la importancia que tiene la traducción y el español escrito en Estados Unidos. Generalmente, los documentos oficiales se traducen a un español correcto por hablantes de lengua española. Sin embargo, estos provienen de países donde en ocasiones la terminología difiere”, explica. Además, resalta que “en el mundo jurídico, la diferencia de un término en un proceso puede cambiar totalmente su interpretación”.
La primera fase del proyecto es saber qué entiende la gente. Para ello se trabaja con corpus paralelos; es decir, recursos lingüísticos que consisten en textos de dos lenguas alineados a nivel de párrafo, sección, página o palabra. A partir de los corpus paralelos se desarrollarán medidas para saber si concuerda con la realidad de los hablantes. “Esta doble configuración es un proceso lento, complicado e interesante porque permite mucho trabajo de investigación”, asegura el profesor.