El investigador y profesor del área de Educación de la Universidad Europea del Atlántico, Thomas Prola ha participado en unas jornadas de monitorización en Tbilisi (Georgia) para evaluar los resultados de los cursos de formación online que se han impartido en este país, destinados especialmente a estudiantes de etnias minoritarias (procedentes de Armenia y Azerbaiyán, entre otros), residentes de zonas rurales y extranjeros.
Esta iniciativa forma parte del proyecto Erasmus+ CBHE LOVEDIST@NCE (Learning Optimization and Academic Inclusion Via Equitative, Distance Teaching and Learning) y en la misma participan también otras instituciones formativas como son el Instituto Politécnico de Oporto, la Universidad Técnica de Cluj Napoca (Rumanía), el Colegio Académico de Ono y el Colegio de Educación Levinsky (Israel).
Durante la semana de monitoreo los socios visitaron las tres instituciones formativas georgianas en las que se ha implementado el proyecto: las universidades estatales de Batumi Shota Rustaveli (BSU), Ilia (ISU) y Telavi (TESAU), ubicadas en las ciudades de Batumi, Tbilisi y Telavi, respectivamente. En cada centro, los socios se entrevistaron con estudiantes y personal académico y administrativo para conocer en profundidad su experiencia con los cursos de formación online.
El investigador y profesor de UNEATLANTICO, Thomas Prola ha destacado “el delicado momento en el que se desarrollaron los cursos piloto en el país, tras decretarse el inicio de la pandemia a comienzos del 2020. Un contexto suavizado por las soluciones puestas en marcha a partir de la formación que se llevó a cabo a finales de ese mismo año”. El difícil acceso a Internet, tanto por razones geográficas como socioeconómicas, y la falta de equipamiento tecnológico fueron algunos de los grandes inconvenientes a los que se han enfrentado los estudiantes a la hora de completar estos programas online. Para responder a esta problemática, en las universidades participantes se dispusieron espacios de grabación para enviar el material a los alumnos y fomentar el estudio asíncrono.
No todo son inconvenientes. El tiempo ganado al evitar desplazamientos a los centros formativos y la posibilidad de compaginar estudios y trabajo son dos factores positivos entre los estudiantes para decantarse por la formación online. “Uno de los mejores aspectos de la educación online es la flexibilidad que proporciona”, han señalado los alumnos entrevistados.
Georgia es un país con una gran diversidad cultural que se ve reflejada en el ámbito académico. Las universidades georgianas han desarrollado cursos piloto vinculados a diferentes temáticas: aprendizaje del idioma inglés, iniciación al idioma georgiano para extranjeros, un programa educativo centrado en el ámbito cultural, una formación en destrezas tecnológicas e incluso un curso centrado en los fundamentos de la toxicología.
“Hemos observado en el viaje por Batumi, Tbilisi, y Telavi un país muy activo y orgulloso de sus raíces, volcado hacia el futuro y su potencial inclusión en la Unión Europea, como espacio dinámico, tanto por su economía como por su crecimiento educativo y humano”, concluye Thomas Prola.