El programa «On Creación» es una iniciativa del Centro Botín con el patrocinio de la Fundación EDP que demuestra que el arte es el mejor instrumento para desarrollar las emociones y la creatividad.
La coordinadora del proyecto y responsable de la extensión cultural de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), Helena Garay, ha dicho que “ lo importante es atreverse a hacer cosas, probar y trabajar en equipo”.
Dicho proyecto ha sido presentado por la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, Izaskun Simón de EDP y la propia Helena Garay. La colaboración en tal exposición ha sido para los estudiantes la primera vinculación profesional con el mundo del arte.
Se han presentado tres trabajos; uno centrado en la fotografía, otro en la música y el tercero en un un juego de aventura o escape room. Todos ellos tienen como eje principal una preocupación común: la necesidad de tomar conciencia sobre los problemas medioambientales que amenazan al planeta.
En cuanto a la creación, se ha llevado a cabo por medio de diversas fases. La primera fue formativa y común para todos los participantes; en ella, la experta en educación emocional y creatividad del Centro Botín, Carolina García, impartió un taller sobre resolución creativa de problemas, una de las iniciativas que el Centro Botín y el Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale han desarrollado para fomentar el crecimiento de las habilidades emocionales y creativas.
En la segunda etapa, a los participantes se les asignó un mentor el cual les acompañó a lo largo de todo el proceso de creación. Así, María Elena Riaño, docente y música, impartió un taller sobre creación musical y experimentación. Javier Botanas, profesor, carpintero y lutier, proporcionó su ayuda formando a su equipo en el trabajo de la madera y en la unión de diversos materiales. Por último, Palo Pez, quién mostró a los participantes diversas técnicas de edición fotográfica analógica.
En la tercera fase, los alumnos de UNEATLANTICO trabajaron en desarrollar sus proyectos, contando con el uso de las instalaciones y materiales del Centro Botín para su posterior exposición en el mismo.
Acerca de los trabajos
El eco de la humanidad: Se trata de un proyecto musical en el que Amanda Vega Laso y Marta Cavía Gutiérrez, estudiantes de Comunicación Audiovisual en UNEATLANTICO, tomando como inspiración la nana y el vals, compusieron una nana, para despertar así, conciencia sobre la degradación de nuestro mundo por la acción humana. Una historia acompañada de imágenes a modo de videoclip.
From the bottom of the (h)earth: El grupo formado por Alba Bezanilla González, Marina García-Lago Gutiérrez, de Publicidad y Relaciones Públicas; y Carolina Gómez Riesco, Cristina Esteve Mateos y Pablo Segura Herrera, de Comunicación Audiovisual se han unido para crear un escape room que ayude a concienciar de la situación medioambiental usando materiales reciclados.
Enigma: Es un proyecto fotográfico realizado por Marco Díez Acebo, Alejandro Pérez Bayo y Karen Rodríguez Rodríguez, estudiantes de Comunicación Audiovisual. En él, se han transferido fotografías sobre metacrilatos para su posterior intervención, con el objetivo de conseguir que la composición tenga diferentes capas de significado y que al mismo tiempo sea transparente sobre el mismo. El proyecto se divide en tres trípticos que tratan los tres estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso a través de un tema para cada uno de ellos; la emisión de gases, la contaminación en el mar y la contaminación de la industria textil.
A su vez, la exposición contenía una obra colaborativa con el público para hacerle participar y poder enviar su propio mensaje.
Alejandro Pérez Bayo, integrante del grupo creador de “Enigma”, afirmó que para ellos, el simple hecho de haber sido seleccionados para formar parte de la experiencia ya es un honor. “Tanto el conocimiento como los materiales y asistencia que nos dio el Centro Botín fueron de gran ayuda para desarrollar nuestros proyectos”, añadió. Además, aseguró que el proceso creativo no fue fácil; “tuvimos muchos fallos a lo largo del camino pero el trabajo en equipo nos ayudó a lograr el objetivo que teníamos. Realmente nada de lo que logramos hubiera sido capaz sin la maravilla de mentores que nos asignó el centro a cada grupo”. Además, en lo personal quiso agradecer a Palo Pez, quién “más que un guía y mentor fue un amigo e increíble director creativo”.