Adrián Rodríguez, docente del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y responsable del Servicio de Actividad Física y Deportes de la Universidad Europea del Atlántico, compagina su trabajo en el campus con sus entrenamientos, preparación y actividad física constante. Lleva cuatro temporadas compitiendo a nivel internacional con la Selección Española de Skeleton, deporte al que se ha entregado por completo desde que lo conoció.
Hace dos años se clasificó para el campeonato del mundo junior (SUB 23) y ahora con este mundial ha dado el salto a la categoría absoluta. Su objetivo para esta temporada era precisamente participar en el campeonato del mundo, tanto en categoría individual como en mixta. Según explica, la única pretensión que tenía era poder clasificarse «sin ninguna presión de resultado», intentar hacerlo lo mejor posible y mejorar la clasificación que llevaba en el ranking, que era el puesto número 35. Asimismo, quiso disputar la copa intercontinental en la que participan deportistas de todo el mundo (el equivalente a la 2ª categoría más alta dentro de este deporte).
A nivel individual ha conseguido mejorar su posición en el ranking subiendo al número 31, siendo un resultado por encima de sus expectativas. Las sensaciones fueron muy positivas y de las cuatro mangas (bajadas) se queda con las dos primeras donde hizo marca personal en las salidas, en las bajadas y en la velocidad punta llegando a 133 km/h.
Por otro lado, ha hecho historia en el recorrido del Skeleton en España, siendo el primer piloto español en competir en la categoría mixta en un mundial, dado que es una novedad dentro de este deporte estrenada el año pasado en los juegos olímpicos. Lo ha hecho de la mano de su compañera madrileña Ana Torres Quevedo y asegura haber tenido más ambición en conseguir un buen resultado junto con ella, antes que con su marca personal.
En este sentido, Adrián explica que en esta nueva modalidad olímpica primero baja la chica, después el chico y por último se suman los tiempos, por lo que es un trabajo en equipo en el que, en este caso, el éxito es compartido. Añade también que el hecho de que participasen menos países les dio esperanzas de poder colocarse entre los 20 mejores del mundo y así lo hicieron.
Ha vuelto a casa con su objetivo cumplido y habiendo protagonizado la primera doble participación masculina y femenina en un campeonato del mundo, un momento que califica como «histórico en el deporte español» y en Sankt Moritz (Suiza), lugar donde debutó por primera vez con la selección y al mismo tiempo la pista mundialmente conocida por ser la cuna de este deporte, algo que ya siempre quedará en su recuerdo y en el de su familia de manera especial.
A pesar de sentirse satisfecho, piensa en futuro y busca «volver a disfrutar, seguir aprendiendo y continuar evolucionando para conseguir alcanzar los próximos objetivos», como el de volver a representar a España en la categoría mixta. A corto plazo quiere competir el año que viene en la copa del mundo y como meta máxima, llegar a los Juegos Olímpicos de 2026 en Cortina.