La Jornada del Emprendedor organizada por la Cátedra de Cultura del Emprendimiento y Empleabilidad UNEATLANTICO/BBVA incluyó, después de las ponencias de la mañana, un interesante taller de design thinking en el que los participantes debían afrontar un desafío de innovación con una propuesta creativa, mostrando sus capacidades.
Para poner en marcha los proyectos se realizaron una serie de talleres, organizados en función de distintos enfoques, bajo los cuales, los alumnos, en equipos de diez componentes como máximo, tenían que desarrollar propuestas emprendedoras para dar solución a alguno de los problemas planteados. Estas iniciativas estaban relacionados con cuestiones mundiales, los famosos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y se dividieron en tres retos.
El primero consistía en cómo promover la participación ciudadana en el uso colectivo de espacios públicos de la ciudad de Santander, incentivando, al mismo tiempo, la interacción entre generaciones. El segundo problema planteado era cómo promover los buenos hábitos alimenticios entre los jóvenes universitarios. El tercero se centraba en cómo promover el desarrollo rural teniendo en cuenta la despoblación de estas zonas y la creciente ola migratoria.
Cada taller de design thinking fue liderado por los colaboradores del Impact Hub de Madrid y San Sebastián así como por los emprendedores Beto Levy, Óscar Morales (de KnowOm), Francisco Calatayud (de BinaryBox Studio), Rubén Leivas (de Siderit) y Fernando Ruíz, que se graduó en Psicología el curso pasado en la Universidad Europea del Atlántico y actualmente está desarrollando una startup.
Se formaron tres grupos por taller, que seguían metodologías ágiles para trabajar en sus propuestas emprendedoras y presentarlas al final. Las ideas más interesantes se seleccionaron para pasar al pitch final en el salón de actos. Las elegidas fueron Taper, Ancla Cultural y Casa Verde, las tres trabajadas en equipos multidisciplinares por alumnos de diversos grados y cursos de UNEATLANTICO.
La propuesta ganadora fue Casa Verde cuyo equipo estaba formado por Samuel Orlando Salazar, Laura Lecuna, María Ramón, Alfonso Briceño e Ian Poot, estudiante de intercambio procedente de la Universidad Autónoma de México. El proyecto ganador puso de manifiesto su carácter innovador y la original manera de abordar una cuestión tan compleja como es la despoblación rural.