Estudiantes de segundo curso de los tres grados en Comunicación de la Universidad Europea del Atlántico han visitado las nuevas instalaciones de El Diario Montañés y han conocido de primera mano cómo se trabaja en el periódico líder regional.
Los alumnos fueron recibidos por el redactor jefe de la edición digital, David Remartínez y el también periodista Álvaro García de Polavieja, responsable de redes sociales del medio. Entre ambos, les desvelaron las claves para recoger informaciones y gestionarlas en un mundo que cada día exige mayor información, pero en el que existe una competencia feroz.
Remartínez y García de Polavieja describieron la importancia a la hora de redactar titulares, para atraer al lector y fidelizarle, pero también explicaron cómo las nuevas tecnologías están imponiendo un lenguaje periodístico muy especializado, que precisa nuevas formas narrativas y un fuerte apoyo audiovisual.
Posteriormente, los estudiantes entraron en la moderna sala de Redacción del periódico, cuyas nuevas instalaciones de la Avenida de Parayas fueron inauguradas en junio del pasado año, una vez que el periódico se mudó desde su antigua sede en La Albericia.
Allí vieron a los periodistas en acción y conocieron al director adjunto de El Diario Montañés, José Emilio Pelayo, quien les ofreció una serie de consejos en torno a la profesión, pero destacando por encima de todo la necesidad de “hacer las cosas con pasión”. Pelayo definió a los periodistas como “contadores de historias, por encima de todo” y restó importancia “al formato en el que se presenten esas historias”.
El director adjunto del periódico cántabro fue posteriormente entrevistado por una estudiante del doble grado en Periodismo y Publicidad, Yaiza Calleja, quien comenzó preguntándole por la profesión periodística, sobre la cual señaló. “Esto es, sobre todo, un espíritu, que trata de contar historias, ser riguroso y, sobre todo, fiel a sí mismo”.
Posteriormente se le pidieron tres palabras claves en torno a nuestra sociedad.
“En primer lugar, esperanza, porque la necesitamos para creer en un mundo mejor que el que tenemos. La segunda sería justicia, porque la reclama una sociedad que necesita una justicia bien ejercida. La tercera sería la ilusión, porque sin ella no moveríamos el mundo”.