El periodista Aser Falagán, nos habla de su proyecto “Leyendas Urbanas” y de sus objetivos como docente de Periodismo de Investigación

11 Oct 2022
El periodista Aser Falagán, nos habla de su proyecto “Leyendas Urbanas” y de sus objetivos como docente de Periodismo de Investigación
Aser Falagán imparte la asignatura Periodismo Espacializado, de cuarto curso del grado en Periodismo

Aser Falagán se formó en la Universidad del País Vasco, donde se licenció en Periodismo y donde está realizando su doctorado. En esta universidad ha transcurrido toda su trayectoria académica en lo que a alumno se refiere. Al culminar esa etapa, pasó al sector profesional, donde se encuentra actualmente como docente en distintos centros universitarios como la Universidad Europea del Atlántico, en la que imparte Periodismo de Investigación a los alumnos de cuarto del Grado en Periodismo, y como redactor en El Diario Montañés.

Comenzó a trabajar en El Diario Montañés como redactor de Local, donde está ahora como Jefe de Sección. Estuvo aproximadamente 7 años en el decano de la prensa escrita de Cantabria, donde pasó por las secciones de Cultura, Universidad, Deportes y Cierre. Después estuvo en el diario El Mundo, donde fue Jefe de Sección y responsable de Cierre en la edición de Cantabria, y tras aproximadamente 4 años allí, regresó a El Diario Montañés.

Paralelamente, en cuanto a la trayectoria docente, además de ser profesor en la Universidad Europea del Atlántico, también es profesor invitado en el máster del Correo de la Universidad de País Vasco que imparte el diario El Correo de Vocento, y tiene varios años de formación en el centro universitario Cesine donde estuvo impartiendo diversas asignaturas, entre ellas Deontología, que es una de las asignaturas en las que más especializado está del ámbito académico.

Respecto a la universidad, acabas de empezar el curso y llevas poco tiempo, pero cuéntanos, ¿qué objetivos te has marcado en tu asignatura de Periodismo de Investigación?

Me he marcado muchos objetivos. Yo creo que es una de las asignaturas más interesantes y más bonitas, pero desde el punto de vista práctico, más difíciles porque os estáis enfrentando a proyectos que son precisamente de investigación. No solo es mirar bibliografías o hacer solo una entrevista, que ya de por sí tiene su dificultad, su mérito y sus técnicas para que sea un buen trabajo, pero aquí tenéis que encontraros muchas veces con cosas que determinada persona o institución no quiere que se sepáis o que se publiquen, con lo cual vais a tener esa dificultad añadida. ¿Qué pretendo?, que aprendáis a trabajar el periodismo de una forma transversal, porque quiero decir, el periodismo de investigación se hace desde lo más clásico que sería la prensa escrita o en papel, hasta se puede hacer en Twitch. Es completamente transversal. Acostumbrarnos a manejar fuentes, a qué fuentes nos tenemos que dirigir, a cuáles son las técnicas de investigación correctas, técnicas que conduzcan a una noticia, a un hecho noticioso, es decir, no estamos haciendo una tesis doctoral, un tratado de sociología o de medicina, no estamos haciendo un estudio, estamos trabajando para conseguir un titular que llame la atención y que nos guste, para contar algo nuevo a la gente no algo que ya existe o para poner en relación datos, ahora tenemos muchísimos datos, tenemos el BIG DATA a nuestra disposición, entonces tenemos que saber encontrarlos, interpretarlos y relacionarlos entre sí.

Entonces, uno de mis objetivos fundamentales es que leáis y estudiéis el manual, en lo que voy a insistir mucho, y otro es que nos acostumbremos a redactar y a locutar desde este punto de vista: una información que esté contratada, acreditada, que sepamos encontrar fuentes y sobre todo que sepamos tener amarradas las cosas, que no tengamos problemas en el futuro por publicar algo que sea erróneo y nos de muchos problemas ya sean legales, laborales, personales o todo a la vez, para tener el combo completo.

Ese es un poco mi objetivo, que salgamos aprendiendo más de periodismo y aprendiendo más de cómo encontrar buenas historias y como trabajarlas.

Como profesor universitario que eres ahora, ¿qué diferencias destacarías de la carrera entre el momento en que tú la estudiaste y ahora que impartes clase?

Bueno, es que es bastante diferente, es decir, los fundamentos de los estudios son los mismos, pero date cuenta de que era una época pre-Bolonia y todavía se llevaba mucho la clase magistral, la clase magistral que ahora intentamos evitar en la medida de lo posible, porque en ocasiones es imprescindible, aunque ahora el estudio está mucho más enfocado en la práctica. Si es verdad que con Bolonia surgen problemas, porque a veces ese enfoque hacia la práctica, que es muy necesario, nos puede dejar un poco cojos en la teoría, entonces hay que buscar un trabajo práctico que enlace con la teoría e incluso invite al alumnado a leer y a estudiar los apuntes y la bibliografía que es un auténtico reto la verdad. Lo era antes también, siempre se dice “no, es que la gente ahora…”, y no, siempre ha sido así.

Entonces, yo creo que esa es la diferencia fundamental, que antes incluso se dictaban apuntes, lo cual era sinceramente una pérdida de tiempo. Sí que es verdad que la pedagogía antigua decía “bueno, aquello que escuchas pero además escribes, se te va a quedar mejor”, que efectivamente es cierto y obligaba a tener el temario más fresco porque lo estabas cogiendo al vuelo, y a escucharlo y a haberlo leído porque lo habíamos escrito antes, no como ahora que decimos, “por favor, leeros el manual que es imprescindible”. Pero creo que en general, el cambio es muy positivo, porque hay más contenido práctico, aunque ya lo había antes pues habían asignaturas eminentemente prácticas, pero la única ventaja que veo al sistema anterior, es ese, aparte de la duración de los estudios, es esa base teórica que en ocasiones nos cuesta más conseguir. Se consigue, pero cuesta más.

 

 

Sabemos que tu proyecto “Leyendas urbanas” ha tenido muy buena acogida y ha resultado exitoso, ¿cuál crees que ha sido la clave para conseguirlo?

La curiosidad y que es diferente. Es un proyecto que lleva muchos años en marcha, lo que pasa es que primero fueron unos años de trabajo y luego ya se ha puesto sobre papel y se pondrá sobre papel de nuevo en un libro en uno o dos tomos. Insisto que creo que es la curiosidad, las historias que circulan por la sociedad y por la gente que siempre quiere saber y aclarar cosas. A mi me gusta mucho hablar de ello, hay un libro muy viejo de los años 50 que es de Allport y Postman sobre psicología del rumor, cómo se propagan los rumores, como viajan de un lado a otro, y tiene mucho de eso, de la curiosidad de la gente por aquellas cosas que se conocen pero se conocen sólo a medias y por esas historias que toman vida. Ahora que estamos con lo viral, pues esto es una forma de viralizar algo. Contar historias de toda la vida, que además tienen mucho que ver con los mitos contemporáneos y con las creencias populares que hasta son pedagógicas. Es decir, las leyendas que ves en Cantabria muchas veces están enfocadas en otros sitios. Lo que no ocurrió pero dicen que ocurrió en Torrelavega, ocurrió y no dicen que ocurrió en Barcelona o en Nueva York. Hay muchísimas leyendas urbanas y pensamos siempre en la niña de la curva, pero hay una infinidad, podríamos estar indefinidamente hablando. Sobre todo, porque es otro aire y permite escribir de una manera más distendida y hacer más juegos con las leyendas. Cuidado, que te encuentras con problemas de comprensión lectora, porque hay gente que te dice, “eso que publicáis es mentira”, y dices, efectivamente, son leyendas urbanas, si fueran verdad ya no serían leyendas urbanas, serían historia. Pero bueno, yo creo que es un proyecto entretenido y que va a dar todavía más y me va a dar alguna que otra satisfacción.

Si te tuvieras que quedar con una de esas leyendas, ¿cuál sería?

Mi favorita es una que son dos, o dos que son una, mejor dicho. Me explico, imagino que conocéis a un personaje que se llama Adolf Hitler, pues bueno, hay una leyenda que dice que no se suicidó en el Búnker de la Cancillería, sino que huyó a Argentina y murió allí plácidamente, haciendo sus cosas nazis. Según esta leyenda, en realidad Hitler cuando iba camino de Argentina estuvo una semana en Somo, esperando a que viniera el submarino a recogerle. Lo entretenido de esto, es que yo llevé esta leyenda por varios sitios y pregunté a gente de Somo. Uno, además un ser humano completamente funcional de Somo aunque no vive ahora ahí, me dice, “ah, ¿que no sabías esto? pero si lo sabe todo el pueblo”, y yo pensé, pero cómo va a saber todo el pueblo que estuvo Hitler en Somo en el año 1945.

Incluso estando en un local en Somo, nos escuchó un camarero que este señor me decía que habían quedado en el hotel de las Quebrantas, y nos dice, “estáis equivocados, Hitler se quedó en otro hotel que está camino de Loredo”, y dices, pero vamos a ver, cómo puede haber discusiones sobre en qué hotel se quedó.

Pero no queda ahí la historia, porque resulta que también Trotski estuvo en Somo camino de México haciendo escala. Y otro compañero y un buen amigo además, y también un ser humano funcional, cuando publiqué la de Trotski haciendo referencia a Hitler naturalmente, porque imaginaros la escena si se hubieran podido encontrar Hitler y Trotski en un chiringuito de playa de Somo, me dijo “esto sí es verdad, y te digo más, se quedó donde ahora está el edificio de los teleoperadores, no como lo de Hitler, que eso te lo inventaste. Trotski sí que estuvo”. Entonces bueno, han pasado 70 años y esta es la imaginación popular que fíjate hasta dónde llega. Me lo daban por seguro, tanto lo de Hitler como lo de Trotski,  o sea que habría que buscar alguna facultad de historia contemporánea para que trabajara sobre esto, no vaya a ser que haya publicado leyendas sin serlo.

Y mirando al futuro, ¿tienes alguna idea o proyecto en mente?

Dentro de la docencia publicar la tesis doctoral. Fuera de la docencia, tengo en marcha dos libros, uno el de Leyendas Urbanas y otro la segunda parte de Las Tésis de Schrodinger que es el último libro de ficción que publiqué el año pasado, en un momento óptimo por ser la pandemia. Las presentaciones coincidieron con Omnicron, la primera presentación y la salida al mercado coincidió con el fin del confinamiento…todo muy bien, tuve mucho tiempo para preparar, editar y revisar edición, pero luego fue un contexto muy bueno para publicar en el sector editorial.

Para concluir, mencionabas antes Twitch, ¿hacia dónde crees que debería ir o evolucionar el periodismo de investigación para adaptarse ahora que están surgiendo nuevas plataformas y nuevas formas de periodismo y están avanzando cada vez más las TIC?

Cuando hablamos de las tecnologías de la información y de la comunicación, tenemos que darnos cuenta de una cosa, son por un lado un escaparate o un soporte en el que podemos difundir nuestro trabajo, pero también son una herramienta de trabajo. Es decir, imagínate un periodista de los años 80 que dispusiera del volumen ingente de información que tenemos ahora mismo, la posibilidad de acceder a una fuente que está en otra ciudad aunque antes existiera el teléfono, ahora podemos hacer una videoconferencia, podemos llamar, tenemos WhatsApp, tenemos una infinidad de recursos. Podemos hacer una reunión de Zoom con una serie de expertos. Todo eso podemos hacerlo y no podíamos antes.

Al final, se trata de contar historias. Esa contraposición que se hace entre periodismo tradicional y periodismo de redes sociales…bueno, ambas formas son periodismo y es comunicación, que son hermanas, pero no son lo mismo. Un excelente comunicador no tiene que ser un buen periodista necesariamente, y puede haber periodistas que cuenten muy buenas historias y les cueste sin embargo comunicar, igual están más cómodos en otro medio, más escondidos en el anonimato del papel por ejemplo.

Yo creo que se está haciendo ahora mismo, daros cuenta de que los digitales son completamente multimedia y aunque sí que es verdad que con los digitales ocurre que se están encontrando un perfil de lector de media de edad bastante alta, no tanto como el papel, pero bastante alta, cosa que era así hace 30 años también. Hace 30 años, la gente joven leía muy poco el periódico, sí que es verdad que veíamos mucho la televisión, cosa que ahora no se hace. Pero bueno, están trasladándose audiencias, se están haciendo reportajes periodísticos de investigación y de otros géneros y se están produciendo en HBO y en Netflix. Tenemos el sector del libro que es lo más clásico del mundo y tenemos todas las plataformas a nuestra disposición, la posibilidad de hacer radio online, cosa que no existía antes.

Entonces, yo creo que es necesario adaptarse a los nuevos lenguajes, porque hay una forma nueva de expresarse, y a los nuevos canales, pero no es necesario adaptarse en el sentido de que no se haya llegado. Es un canal natural como cualquier otro y en el periodismo y en la comunicación siempre ha cabido un nuevo canal de comunicación. Hablabas de las TIC pero la radio era la TIC de los años 30 y la televisión era la TIC de los años 50 o 60, y el periodismo entró ahí directamente y rápidamente. Incluso el cine cuando aparece, ahora ya no estamos tan acostumbrados pero en el cine documental tuvimos el NO-DO, cosa que nosotros no hemos vivido. Creo que por tanto es un paso natural y que se está llevando a cabo de una manera natural.