Jennifer, estudiante de Guatemala, elogia la tranquilidad de Santander y la ayuda de sus compañeros para adaptarse

17 Feb 2016
Jennifer, estudiante de Guatemala, elogia la tranquilidad de Santander y la ayuda de sus compañeros para adaptarse

Jennifer Calderón Orellana es una estudiante guatemalteca que cursa los estudios del grado en Psicología en la Universidad Europea del Atlántico, carrera que eligió “porque me gusta mucho tratar con las personas y, sobre todo, poder ayudarlas en diferentes aspectos. Pero quisiera tener más enfoques, como la equinoterapia y también los trastornos alimenticios, que es en lo que me gustaría especializarme”.

Su experiencia académica aún es demasiado corta “yo no conocía la universidad, pero ya siento que el nivel aquí es elevado. Tengo que esforzarme bastante, pero lo haré para alcanzar el nivel al que yo quiero llegar”. Incluso más allá del aspecto relacionado con el conocimiento, Jennifer anima a otros chicos y chicas a vivir la experiencia de estudiar en el extranjero. “Es una manera muy buena de superarse. Además uno no solamente aprende cosas académicas, sino que conoce otras culturas y otras personas”.

Jennifer se deshace en elogios sobre la ciudad de Santander. “Es un lugar muy bonito y sobre todo muy tranquilo. Se puede estar muy bien por las calles a cualquier hora. Además la gente es muy amigable”.

En su proceso de adaptación, la estudiante guatemalteca agradece la ayuda de sus compañeros. “Me han acogido muy bien y me llevo estupendamente con ellos. Me ha sido muy fácil acoplarme”. A pesar de todo, centrada en sus estudios, aún no ha tenido demasiado tiempo para salir. “Bueno, me estoy dedicando sobre todo a estudiar. Pero me gustaría reanudar pronto mis clases de equitación”, deporte que ya practicaba en su país.

Ya conoce las playas locales. “He estado en las playas de Santander, en la zona del Sardinero y también en la playa de la Virgen (del Mar). De todas formas, ya había estado en Santander unos años atrás y me había gustado mucho”.

Una de las pocas cosas en las que necesita aún un período de adaptación es la gastronomía. “Esto sí que es un poco difícil porque yo también soy de costa, pero nunca me ha gustado el marisco. De todo lo demás, bien”.