El responsable de Organización y Personas de Gullón, Ricardo Sánchez Montañés, ha invitado a los estudiantes de la Universidad Europea del Atlántico a situarse cada día fuera de su zona de confort porque es ahí, dijo, «donde suceden cosas maravillosas». Y a ese extremo alejado de la monotonía y el aburrimiento, pero también de la comodidad, lo llamó el Punto Nemo, el lugar del mar más alejado de tierra firme, un polo de inaccesibilidad en el océano Pacífico.
«No digo que en el trabajo os alejéis de la zona de confort, eso lo doy por supuesto, me refiero a que todos los días os situéis en el Punto Nemo, en el lugar más alejado de lo conocido y que os planteéis formas radicalmente diferentes de hacer las cosas«, añadió Ricardo Sánchez Montañés durante su intervención en una clase práctica con alumnos de los grados de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Ingeniería de las Industrias Alimentarias y Agrarias, y Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Europea del Atlántico.
Por su experiencia liderando grupos de personas, Montañés ofreció varios consejos a los jóvenes que se encuentran todavía en su etapa universitaria pero que, más pronto que tarde, se incorporarán al mercado laboral. A esa nueva generación que llega con muchas ganas -como todas cuando están en su punto de partida profesional- les recomendó estar siempre alerta y reinventándose ya que, según dijo, «el éxito relaja y si te relajas estás muerto».
Para Montañés, los trabajos directivos como los ha conocido su generación, o generaciones anteriores, «ya no van a existir«. En su opinión, «probablemente vosotros seréis vuestros propios jefes y no tendréis un trabajo de 40 horas a la semana en una misma empresa, sino que os repartiréis entre varios clientes», añadió.
Pero sea cual sea el modelo, dijo, «lo importante es cumplir siempre con la regla de los tres tercios: ocho horas de trabajo, ocho dedicadas al ocio y ocho al descanso«. En su opinión, «nadie debería permitir que un trabajo le haga romper este equilibrio y, si es así, lo mejor es cambiar». Para terminar, Ricardo Sánchez Montañés propuso tres palabras que considera el cimiento de cualquier actividad:
«Aporta cosas sencillas».
