Santander, 28 de mayo de 2015
El profesor y director del grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Europea del Atlántico, Iñaki Elío, ha subrayado hoy en Santander la importancia que tiene la alimentación en las mujeres embarazadas y lactantes para garantizar la salud materno-infantil, y ha recordado que la idea extendida de que este colectivo debe comer por dos “responde a un falso mito”.
Según comentó Elío, la dieta aconsejable en la mujer embarazada y lactante debe ser “variada en lo que respecta a los grupos de alimentos, adecuada en cantidad y bien distribuida a lo largo del día”.
Así lo ha explicado durante una entrevista concedida en la Universidad Europea del Atlántico con motivo de la celebración del Día Nacional de la Nutrición. Bajo el lema ‘Comer bien es el mejor te quiero’, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) dedica la campaña de este año al embarazo y la lactancia.
Preguntado precisamente por los alimentos más y menos recomendados durante este periodo, el profesor de UNEATLANTICO precisó que aunque las necesidades nutricionales suelen estar garantizadas en nuestra sociedad por la ingesta habitual que realiza la población, “es frecuente que se produzcan déficits en nutrientes como el hierro, el ácido fólico o el calcio”.
Por ello, el experto recomienda incluir en la dieta de las mujeres embarazadas alimentos ricos en estos nutrientes (como son los frutos secos, las legumbres, las verduras de hoja verde oscura o el zumo de naranja, entre otros) y evitar otros que, por ejemplo, inhiben la absorción del hierro, como son el té, el café o el vino.
En el caso de las mujeres lactantes es recomendable, dijo, incrementar el consumo de alimentos ricos en calcio, como los lácteos y derivados, las sardinas enlatadas, los frutos secos (especialmente las nueces, avellanas y pistachos), algunas legumbres (garbanzos, lentejas…) y verduras (cebolla, espinacas, brócoli…).
Además, destacó que si la futura madre no ha pasado la enfermedad de la Toxoplasmosis –infección producida por un parásito denominado Toxoplasma gondii que en caso de infectar la placenta o al bebé puede llegar a provocar su muerte- ésta debería evitar la ingesta de carnes y pescados crudos, poco cocinados o en forma de embutidos.
El director del grado en Nutrición Humana y Dietética de UNEATLANTICO también recordó que durante la gestación y la lactancia se recomienda evitar la leche no pasteurizada y los quesos frescos o de pasta blanda elaborados con leche cruda, ya que pueden contener Listeria monocytogenes, microorganismos que pueden causar daños en el feto.
Sin embargo, Iñaki Elío subrayó que estas recomendaciones son muy genéricas e insistió en que “los consejos dietético-nutricionales deben ser siempre personalizados y adaptados a las características concretas que presenta cada mujer embarazada”.
Respecto a los beneficios de la lactancia, el profesor se remitió a las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace en este sentido. “Está demostrado que esta práctica reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios que llegan a la edad adulta”.