Investigadores de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), entre ellos Irma Dominguez, Sandra Sumalla y Maria Elexpuru, colaboran en un estudio que analiza la conexión entre la nutrición y la artritis reumatoide con la ayuda de la tecnología ómica.
A la luz de los avances científicos recientes, el uso de las tecnologías “ómicas” ha crecido de manera exponencial, tanto en la comunidad científica como en la salud pública. Tecnologías como la genómica, la transcriptómica, la proteómica, la metabolómica y la microbiómica ofrecen conocimientos valiosos sobre la complicada relación entre la dieta, la configuración genética y los mecanismos moleculares subyacentes en la salud y la enfermedad.
Por otro lado, la artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune compleja caracterizada por una respuesta inflamatoria sistémica persistente. Afecta a millones de personas en todo el mundo y puede provocar dolor articular, rigidez y deformidad. Si bien aún se desconoce la causa de la AR, investigaciones recientes sugieren que, tanto los factores genéticos como los ambientales, incluidos los patrones dietéticos, desempeñan un papel importante en su desarrollo y progresión.
Desde un enfoque integral que reconoce, el estudio tuvo como objetivo resumir los últimos hallazgos de las investigaciones sobre la influencia de la dieta y los patrones de los nutrientes en la patogénesis de la AR, utilizando un enfoque nutrigenómico.
El impacto de los factores nutricionales
La investigación muestra que ciertos nutrientes y patrones dietéticos pueden aumentar o disminuir el riesgo de desarrollar AR. A través de la genómica y la transcriptómica, se identificaron variantes genéticas específicas asociadas con una mayor susceptibilidad a la AR en respuesta a ciertos factores dietéticos. Estos hallazgos destacan la importancia de las intervenciones de la nutrición personalizada en el manejo y la prevención de la AR.
La proteómica y la metabolómica han arrojado luz sobre los mecanismos moleculares subyacentes a la patogénesis de la AR. Estos enfoques ómicos revelan niveles de expresión alterados de proteínas y perfiles de metabolitos en pacientes con AR, lo que indica la posible participación de los componentes dietéticos específicos en la progresión del padecimiento.
El microbioma intestinal, formado por billones de microorganismos que habitan en el sistema digestivo, se ha convertido en un actor clave en la interacción entre la dieta y la AR. Estudios que han utilizado técnicas microbiómicas han demostrado diferencias significativas en la composición de la microbiota intestinal entre los pacientes con AR y los individuos saludables. Los desequilibrios microbianos causados por los factores dietéticos pueden desencadenar respuestas inmunoinflamatorias que llevan al desarrollo y la exacerbación de la AR.
Oportunidades y desafíos en la tecnología ómica
La integración de las tecnologías ómicas en la investigación nutricional ha abierto nuevas oportunidades para comprender la compleja relación entre la dieta y la AR. Estos avances ofrecen la posibilidad de desarrollar recomendaciones dietéticas personalizadas basadas en el perfil genómico individual y la composición de la microbiota intestinal. La nutrición de precisión tiene un gran potencial para mejorar los resultados del manejo de la AR, al dirigir intervenciones dietéticas específicas basadas en el perfil ómico único de cada persona.
Sin embargo, junto con estas oportunidades surgen algunos desafíos. La estandarización de las metodologías ómicas, la interpretación de los datos y los aspectos éticos en torno al uso de la información genómica son elementos importantes a tener en cuenta. Además, la limitación financiera y el acceso a las tecnologías ómicas pueden dificultar su aplicación generalizada en la investigación nutricional y la práctica clínica.
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La Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER) promueve diversos programas de estudio en el área de salud y nutrición, como la Maestría Internacional en Nutrición y Dietética y la Maestría en Nutrición y Biotecnología Alimentaria.