Comunicado oficial UNEATLANTICO de 6 abril

06 Abr 2020

Durante estos días estamos asistiendo a la exposición de cifras derivadas del desarrollo del COVID-19 por parte de los medios de comunicación que son alarmantes y debiera permitirnos reconocer por una parte la dimensión del problema y por otra relativizar nuestro contexto y situación individual. Asimismo, respecto a nuestra realidad más cercana en el Sistema Universitario Español, existen numerosos debates y se están tomando diferentes decisiones ante esta realidad cambiante. Todo ello es una prueba de la enorme complejidad a la que nos debemos enfrentar.

Desde el inicio de esta crisis hemos seguido en tiempo real las indicaciones y recomendaciones de la Dirección General de Universidades, Investigación y Transferencia del Gobierno de Cantabria, para analizar a qué acuerdos se llega en el seno de la Conferencia General de Política Universitaria (CGPU), cuáles son los acuerdos del Consejo de Universidades (CU) y cuáles las posibles indicaciones de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE).

En un periodo de tantísima incertidumbre, donde cada día hay declaraciones y valoraciones dentro de esta crisis sanitaria, hemos analizado con grandísima responsabilidad toda la información existente, los datos y los acuerdos alcanzados para ofrecer una respuesta lo más precisa posible a nuestra comunidad universitaria.

En este sentido, debemos hacer un ejercicio de memoria. El pasado 27 de febrero se constituyó una Comisión de Coordinación para, entre otros aspectos, estar en permanente contacto con las autoridades sanitarias y educativas. El 4 de marzo se informó de que la Universidad estaba siguiendo los protocolos sanitarios establecidos. Unos días después, el 13 de marzo, se comunica la suspensión temporal de la actividad docente presencial hasta el 29 de ese mes, como consecuencia del Decreto dictado por el Gobierno de Cantabria. Ante esa decisión, impuesta por las autoridades competentes, la Universidad acordó no aplicar ninguna modificación al calendario académico puesto que había margen temporal para adaptar y recuperar el periodo lectivo. En el plano docente, se optó por aprovechar estos días para que los estudiantes pudieran adelantar algún tipo de trabajo o actividad con la asistencia de sus profesores.

El 14 de marzo, como consecuencia del Decreto de Estado de Alarma, se establecieron servicios mínimos, manteniendo la suspensión temporal de la actividad docente.

En fecha de 20 de marzo, desde este Rectorado, se emitió un nuevo comunicado para informar de la creación de una Comisión Docente encargada de organizar la actividad académica ante un potencial escenario de impartición docente en modo no presencial. También informamos de que la Universidad Europea del Atlántico posee, gracias en parte al elevado número de titulaciones oficiales de máster impartidas en modalidad online o a herramientas como su Campus Virtual, experiencia contrastada en esta área para lograr un desarrollo óptimo del curso académico en los grados y másteres universitarios presenciales.

Es importante señalar en este momento que el modelo pedagógico de las titulaciones de grado de la Universidad, así como de algunos másteres, es presencial y con un alto nivel de practicidad en muchos de sus planes de estudios. La Comisión ha afrontado, por tanto, un difícil reto para transformar, en tan breve periodo de tiempo, toda la dinámica académica. Grados como Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Comunicación Audiovisual o los propios de la Escuela Politécnica Superior poseen asignaturas eminentemente prácticas, lo que hace especialmente compleja la transformación digital de esas y otras materias.

No debemos olvidar que una buena parte de los planes de estudio de nuestra institución no se ofertan en modo no presencial por ninguna de las 84 universidades que formamos parte del Sistema Universitario Español.

Por otro lado, desde los órganos colegiados de naturaleza académica de nuestra Universidad se ha querido en todo momento ofrecer respuestas equilibradas y coherentes que proporcionen certidumbre a toda la comunidad universitaria e, independientemente del plan de estudios en el que estemos matriculados, podamos afrontar con aprovechamiento el presente semestre. Se trata de ofrecer una respuesta homogénea a todos los estudiantes, independientemente del plan de estudios en el que se encuentren matriculados.

Por último, el pasado 26 de marzo, se ratificó lo que siempre se ha mantenido por parte de los órganos colegiados de la Universidad, desde el Consejo Rector hasta el Consejo de Gobierno: intentar mantener escenarios que, una vez finalizase el periodo de confinamiento, permitieran recuperar la actividad lectiva presencial para asegurar el correcto aprovechamiento del curso académico. De esta manera, se mantenía el compromiso establecido con alumnos y familias a principio del curso 2019/2020.

En paralelo, desde la constitución de la Comisión, se desarrollaron alternativas al modelo presencial que han permitido, gracias a ese esfuerzo, activar el pasado 30 de marzo una asignatura por curso académico en cada grado. Esta medida cobró más sentido aún con la prórroga del Estado de Alarma hasta el 20 de abril.

Recientemente, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el de Universidades acordaron cambios en el calendario académico y en las pruebas de acceso a la Universidad (EBAU): la EBAU se celebrará entre el 22 de junio y el 10 de julio en convocatoria ordinaria y antes del 10 de septiembre en extraordinaria. También cobra cada vez más fuerza la idea de que una parte importante y significativa de las universidades del Sistema Universitario Español acuerda no reanudar las clases físicas en el presente curso.

Todo ello lleva al Consejo Rector y al Consejo de Gobierno de nuestra Universidad a tomar el acuerdo de que a partir del pasado 30 de marzo se habiliten cinco periodos de docencia no presencial (están señalados en el nuevo calendario académico que está en la web de la universidad, columna derecha) donde se solapa la última semana lectiva de cada periodo con la primera semana lectiva no presencial del periodo anterior. En cada periodo se activará una asignatura del cuatrimestre de cada curso y grado de la universidad hasta la activación de todas las asignaturas en todos los grados de la Universidad.

Este sistema permite compatibilizar varios objetivos: ofrecer un sistema homogéneo a todos los estudiantes (independientemente del plan de estudios), facilitar la adaptación de asignaturas más afines al modo presencial a un sistema no presencial (las más complejas se activarán en el cuarto y quinto periodo) y analizar la evolución de la pandemia con el objeto de aprovechar una potencial vuelta a las aulas durante el mes de mayo o junio para asignaturas con mayor carga práctica o más necesidad de instalaciones o laboratorios, lo que permitiría impartir docencia presencial en el cuarto y quinto periodo; todo ello condicionado a que las autoridades sanitarias lo consideren factible. Además, permitimos un periodo de tutorías presenciales a finales de junio o principios de julio, antes de la evaluación final, donde se podrán resolver presencialmente dudas.

En este escenario el curso ordinario finalizará el 20 de julio, dando paso a un periodo para la defensa de los trabajos fin de grado a finales del mes. Por último, la convocatoria extraordinaria se emplaza para septiembre, compatible con los cambios en los calendarios académicos que está sufriendo el sistema.

Los diferentes departamentos, entre otros el Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado y los directores académicos de grado, irán informando de la activación cronológica de todas las asignaturas. Con ello ofrecemos certidumbre en el aspecto académico y seriedad en la activación de todas las asignaturas a un modo no presencial garantizando el aprovechamiento total del curso. A la vez, avanzamos para evaluar si es posible que las asignaturas más prácticas o más afines a un modo de docencia presencial puedan impartirse en el cuarto y quinto periodo señalado.

Nuevamente apelamos a la responsabilidad, paciencia y comprensión de cada uno para obtener el mejor de los resultados posibles gracias al esfuerzo que todos estamos aportando. No debe quedar duda alguna de que nuestra Universidad está ofreciendo una respuesta académica homogénea y seria en este reto que implica un trabajo coral muy importante.

Ante los difíciles momentos que está afrontando nuestro país, debemos replantearnos nuestra problemática académica y en este sentido considerarnos privilegiados de poder afrontar esta situación excepcional únicamente con ligeros contratiempos respecto a otros sectores, colectivos o personas. Seamos conscientes de ello.

Por último, debemos agradecer el trabajo de transformación digital que el profesorado de esta Universidad está ejecutando con la coordinación de la Comisión Docente. También agradecer la comprensión y sacrificio de todos los estudiantes adaptándose a esta realidad y a un nuevo sistema.

Resolución Rectoral de 6 abril 2020